jueves, 11 de diciembre de 2008

DECLARACIÓN

El fantasma de la libertad
siempre llega con un cuchillo entre los dientes

j
El non plus ultra de la opresión social está siendo disparado a sangre fría.
m
Todas las piedras arrancadas del pavimento y lanzadas a los escudos de los policías o a las fachadas de los templos comerciales, todas las botellas en llamas que dibujaron sus órbitas en el cielo nocturno, todas las barricadas levantadas en las calles de la ciudad, separando nuestras zonas de las suyas, todos los cubos de basura consumista que, gracias al fuego de la revuelta, llegaron a ser Algo a partir de la Nada, todos los puños alzados bajo la luna, son los brazos que encarnan, así como aportan fuerza real, no sólo a la resistencia sino también a la libertad. Y es precisamente el sentimiento de libertad el que, en esos momentos, permanece como la única cosa por la que merece la pena apostar: aquel sentimiento de las mañanas olvidadas de la infancia, cuando todo podía suceder, puesto que somos nosotros mismos, como seres humanos creativos, quienes hemos despertado —no aquellas productivas máquinas humanas futuras conocidas como “sujeto obediente”, “estudiante”, “trabajador alienado”, “propietario”, “hombre/mujer de familia”— el sentimiento de enfrentarnos a los enemigos de la libertad —de no temerles nunca más.
Es por lo tanto justificado que aquellos que desean continuar con sus negocios como si nada sucediera, como si nada hubiera sucedido nunca, estén preocupados. El fantasma de la libertad siempre llega con el cuchillo entre los dientes, con el deseo violento de romper las cadenas, todas esas cadenas que convierten la vida en una repetición miserable, sirviendo para reproducir las relaciones sociales dominantes. Desde el sábado 6 de diciembre, las ciudades de este país no están funcionando correctamente: nada de terapia de tiendas, nada de carreteras abiertas conduciéndonos al trabajo, nada de noticias sobre las próximas iniciativas de rescate del gobierno, nada de cambio despreocupado de un espectáculo televisivo a otro, nada de paseos en coche de tarde alrededor de la Plaza Syntagma, etc, etc, etc. Estos días y noches no pertenecen a comerciantes, comentadores televisivos, ministros o policías: Estos días y noches pertenecen a Alexis!
Como surrealistas, nosotros estuvimos en las calles desde el comienzo, junto a otros miles, en revuelta y solidaridad; puesto que el surrealismo nació con el aliento de la calle, y no pretende abandonarlo jamás. Después de la resistencia popular ante los asesinos del Estado, el aliento de la calle se ha vuelto aún más cálido, aún más acogedor y creativo que antes. No es competencia nuestra el proponer una línea general para este movimiento. Sin embargo nosotros asumimos nuestra responsabilidad en la lucha común, ya que se trata de una lucha por la libertad. Sin tener que concordar con todos los aspectos de tal fenómeno de masas, sin ser partidarios del odio ciego y la violencia por sí mismos, reconocemos que este fenómeno existe por un motivo.
No permitamos que este aliento encendido de la poesía se debilite o muera.
Convirtámoslo en una utopía concreta: ¡transformar el mundo y cambiar la vida!
¡Ninguna paz con los policías y sus dueños!
¡Todos a la calle!
¡Aquellos que no puedan sentir la furia deberían cerrar también sus trampillas!
_
Grupo Surrealista de Atenas, Diciembre 2008
surrealismgr@gmail.com

miércoles, 19 de noviembre de 2008

ACCIÓN

ACCIÓN ANTICAPITALISTA
s
Subo aquí el panfleto repartido en Madrid sobre la gloriosa acción de quemar dinero en el contexto de la manifestación anti cumbre de Washington la semana pasada.
s
¡Quema el dinero y baila!
Ahora nos dicen que hay crisis y nos mienten, tanto como cuando anunciaban la prosperidad de las vacas mutantes engordadas con trangénicos y química y plástico. Porque la recesión y la expansión son una farsa, los dos movimientos de avance y retroceso de la misma ola de servilismo, explotación y miedo que te voltea y te ahoga a ti, a mí, a nosotros, esclavos del salario que vivimos una crisis eterna ya que vivir es pagar por cada acto que se realiza y por cada sueño que se alienta, y ay del que se atreva a actuar y a desear fuera y contra el mercado.
Ahora nos dirán que la crisis tiene una causa concreta y razonable, que sólo ha fallado una pieza del sistema, que la avaricia es mala consejera y que errar es humano, pero no importa porque ha llegado el Rey Mago Baltasar con su saco repleto de promesas para refundar el capitalismo y repintar las baldosas que llevan a la Ciudad Esmeralda, pues Oz y su espectáculo deben continuar, y esto es entretenimiento. Y nos seguirán mintiendo, porque el capitalismo no tiene cura: es la crisis que se reproduce a sí misma arrasando hombres, mujeres, culturas y tierras, hasta la consunción definitiva del planeta.
Por eso es necesario destruir de una vez para siempre esa recesión y esa prosperidad y esa economía que tanto preocupan a algunos. Por eso quemamos el dinero, tótem y tabú, corazón y sangre, abstracción y realidad máximas del capitalismo: para acelerar la crisis destruyendo la riqueza de sus naciones, para que la recesión receda hasta ahogarse en su propio vómito financiero, para que se diluya la economía y resurja la vida. Porque el dinero que tanto se adora es tan falso como todo lo demás, humo pestilente que tendremos que disipar hasta que se aclare el gran día.
Se dirá quizás que ese dinero no nos pertenece, que forma parte del producto interior bruto y de la renta nacional y del tesoro real, monstruosidades malditas que empañan lo que una vez fueron las relaciones humanas de producción comunitaria, de intercambio, de regalo y de don. Pero, ¿acaso no nos lo habíamos ganado con el sudor de la frente? ¿No era nuestro, a cambio del trabajo, del tiempo de vida que hemos malvendido? Entonces nos queremos permitir el lujo gozoso de destruirlo, lujo que sin embargo está al alcance de cualquier bolsillo porque tan sólo se trata de estar harto, y de atreverse. Y si nos damos el capricho gratuito de destruirlo es simplemente porque no hemos encontrado ninguna otra utilidad mejor o que valga más la pena, y todo lo que se pueda hacer con ese dinero, ahorrarlo e invertirlo para que crezca y se multiplique como si fuera un virus, o gastarlo para comprar basura de última generación, consumir distracciones insípidas, subir pensiones de risa, pagar hipotecas vampíricas, o financiar campañas para reivindicar reformas lamentables, son otras tantas excusas que nos atan a la economía a la vez que la refuerzan. Ha llegado el momento de cortar semejante cordón umbilical: negamos el capitalismo, y por lo tanto no queremos su dinero.
Por eso lo quemamos, quemando de paso el tren de la economía con los listones de papel que forman sus vagones, y toda su mercancía. Y nos despedimos recordando, por si hubiera alguna duda, que en el mundo que todavía llevamos en nuestros corazones existirá el baile, pero no el dinero.
¡Crisis! ¡Más crisis!
1929…1973…2008… ¡a la tercera será la vencida!
¡Quema el dinero y baila!

Los críticos crónicos

lunes, 14 de julio de 2008

SALAMANDRA 17/18.

NUEVA SALAMANDRA
s
El Grupo surrealista de Madrid acaba de publicar el número 17-18 de su revista SALAMANDRA. Intervención surrealista. Imaginación insurgente. Crítica de la vida cotidiana.

Entre sus contenidos, referimos a vuela pluma los siguientes:
- La noche en blanco, la vida en negro y el régimen de la movilización total. Este texto, que abre como editorial la revista, apunta una crítica implacable de la movilización espectacular que caracteriza esa reificación de lo lúdico, del libre albedrío, de la pereza, del ocio improductivo, de la parada incondicional que atiende al nombre insidioso de "la noche en blanco", programada por el Ayuntamiento de Madrid con el colaboracionismo indecente de toda una cohorte de subvencionados venidos de todas las parcelas de la actividad llamada artística. Ya se sabe: de la subversión a la subvención. ¡Que revienten los artistas!

- Carta sobre las malas previsiones del tiempo. Por un discurso del deseo ante el advenimiento del colapso industrial. Emilio Santiago. Todo elocuencia.

- Encanto, hechizo, truco. Sobre el destino de la magia en la época Tecnológica. Luis Navarro. Es preciso leer su contenido para aprehender su significado.

- ¿Sueñan nuestros edificios con la muerte del hombre? El temor incosnciente de la arquitectura. Ignacio Castro.

- Encuesta sobre la poesía por todos los medios. Proyecto colectivo del G.S.M.
¿Cómo se manifiesta en usted la poesía, es decir, cómo la experimenta y cómo la vive? ¿Qué representa para usted la escritura del poema, lo escriba o no?... Y tres cuestiones más, alguna de ellas triplicada...

- Introducción al Festival Surrealista Internacional del Londres. SLAG.

- André Breton y la revolución de Haití de 1946. Michael Löwy.

- Encuesta de las infraestructuras inútiles. Proyecto colectivo del G. S. M.
Dado que suponen un horror para la vista, un insulto a la inteligencia y una amenaza gravísima a la vida sobre este planeta, ¿en qué le gustaría transformar las siguientes infraestructuras de formar inmediata para atenuar el daño que yan han hecho, y propiciar de paso la crisis de conciencia necesaria que se necesita para despedir definitivamente esta civilización terminal?...

Y numerosas intervenciones más dignas del animal que les otorga su ardor. Se han contado un total de 202 brasas, pero no se conoce el número de lenguas de fuego.